Una
de las mayores satisfacciones que puede encontrar un ex árbitro convertido en
informador es dar consejos o sugerencias a los árbitros más jóvenes que les
permitan avanzar en su actividad deportiva. Es lo que en inglés se conoce como
“Mentoring” y consiste en compartir conocimientos basados en la experiencia del
Mentor, de tal manera que el receptor pueda progresar de forma más rápida, sin
tener que sufrir los mismos problemas para adquirir dicha experiencia.
En
mi blog personal (http://carlosbacigalupe.blogspot.com.es/) se pueden encontrar varios documentos
encaminados a este fin, compartiendo experiencias o analizando situaciones que
puedan ayudar al árbitro principiante a resolver determinados acontecimientos.
Sin
embargo, uno de los factores que más eficazmente refuerza el vínculo de
confianza necesario entre el Mentor y el joven árbitro suele pasar, en cierto
modo, desapercibido. Es lo que podríamos denominar “zona segura”, en inglés
“safe zone”, y consiste en la seguridad de confidencialidad y mutua confianza por
parte de ambos en lo que respecta al esclarecimiento de dudas.
Normalmente,
a nadie le gusta admitir frente a compañeros árbitros o directivos – mucho
menos ante los informadores - que tiene dudas respecto a cómo sancionar una
jugada, o de qué forma solventar una determinada situación, ante el temor de
que se propague la idea de que su nivel de conocimiento o experiencia no es el
adecuado para la categoría que ostenta. Sin embargo, la relación especial del
árbitro con su Mentor le garantiza que sus dudas van a ser comentadas
libremente, sin ningún tipo de rechazo o desagradable sorpresa (no existen las
preguntas estúpidas, lo estúpido es quedarse con la duda) y que, si el Mentor
comprende su función, no le va a dar las respuestas, sino que le va a ayudar a
encontrarlas por sí mismo, convirtiendo una duda en una excelente oportunidad
para progresar.
¿Cuántas
veces no hemos deseado en nuestra vida contar con alguien “de confianza” a
quién participar nuestras preocupaciones o plantear nuestras dudas? La figura
del Mentor en el arbitraje, cuando se plantea y desarrolla de forma adecuada,
resulta fundamental para el crecimiento personal y deportivo de cualquier joven
árbitro.
Carlos A.
Bacigalupe
Septiembre
2015