martes, 9 de agosto de 2011

El collar

Una traducción libre de LA PARURE:

EL COLLAR

Es la historia de Matilde, una bonita mujer joven, casada con un funcionario del Ministerio de Educación. Aunque no eran ricos, Matilde siempre soñaba con grandes salones, cenas caras, fiestas elegantes y, en fin, una vida lujosa.

Un día su marido regresó a casa con una agradable sorpresa: habían sido invitados a una fiesta en el Ministerio. Sin embargo, Matilde se puso triste y comenzó a llorar, ya que ella no tenía ningún vestido elegante para ir a la fiesta, ni tampoco joyas.

Finalmente, Matilde convenció a su marido para que le comprara un vestido elegante y decidió ir a visitar a una amiga suya muy rica, para pedirle que le prestara algunas joyas. Al día siguiente, fué a casa de su amiga y ésta le prestó un collar de brillantes.

Llegó el día de la fiesta y Matilde fué la mujer más elegante de la fiesta. Bailó con los funcionarios más importantes e, incluso, el ministro quiso bailar con ella.

Matilde y su marido regresaron a casa pasada la medianoche. Ella se paró a contemplarse frente al espejo y lanzó un grito: ¡¡¡...el collar no estaba alrededor de su cuello...!!!

Rápidamente, envió a su marido a que recorriera todo el trayecto hasta el Ministerio, pero regresó sin haber encontrado el collar.

Finalmente, para evitar la vergüenza de no poder devolver el collar, decidieron comprar otro igual. Vendieron todo lo que poseían, utilizaron todo su dinero e, incluso, tuvieron que pedir un préstamo para poder comprar un collar igual al extraviado.

Unos días después, Matilde regresó a casa de su amiga y, sin decirle nada sobre la pérdida, le devolvió el collar.

Durante diez años trabajaron para devolver el dinero prestado, ahorrando hasta el extremo de vivir casi en la pobreza. Sin embargo, cada día Matilde recordaba la fiesta en la que se había sentido la mujer más feliz del mundo.

Un día, Matilde encontró en la calle a la amiga que le había prestado el collar; entre sollozos, Matilde le confesó la verdad y le relató las dificultades y sufrimientos que habían soportado para poder comprar otro collar y devolvérselo. Muy sorprendida, su amiga tomó la cabeza de Matilde entre sus manos y exclamó: pero, mi querida amiga, el collar que yo te presté no era más que una simple imitación, no era auténtico...!!!

Muchos años más tarde, una vez que su marido había muerto ya, Matilde encontró el collar de brillantes en el bolsillo del abrigo que aquella noche habia llevado a la fiesta.  

Moraleja: (la dejo a elección del lector...)

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